MICROBIOTA INTESTINAL
La disbiosis intestinal no es más que el desequilibrio entre las diferentes cepas de microorganismos de nuestro intestino, que genera síntomas tanto por el defecto de esas cepas (> permeab intestinal, sobrecrecimiento de oportunistas como hongos, parásitos u otras bacterias) ó x exceso de otras (SIBO, IMO, IFO, LIBO).
Y cómo sabemos cuál es la normalidad: 2 grandes proyectos llevan años descifrando la estructura y funcionalidad de la microbiota humana, así como su relación con las enfermedades mediante secuenciación masiva de ADN extraído de muestras fecales de diferentes individuos: el MetaHIT (Metagenomics of the Human Intestinal Tract), financiado por la Unión Europea y el Human Microbiome Project, subvencionado por el National Institute of Health de EEUU.
Y se ha podido comprobar cómo algunas enfermedades crónicas (atopias, síndrome metabólico, enfermedades inflamatorias, cáncer, trastorno de la conducta, etc) están asociadas a disbiosis intestinal.
Ésto lo veo a diario en mi consulta, por éso suelo recomendar hacer este tipo de estudios. Ahora bien, no siempre son necesarios, ni son todos igual de buenos. El problema: todavía estamos en los inicios de la evolución de este tipo de estudios, y no todos dan suficiente información sobre los sobrecrecimientos de patógenos, por lo que siendo test bastante costosos, lo ideal es siempre indicarlo sólo en casos necesarios y sobretodo, no dejarse el dinero en test incompletos.
Después de >7 años trabajando con la microbiota y viendo y valorando la mayoría de los test que hay en el mercado, el que más me gusta y por éso os recomiendo, es el de laboratorio EAAC, y que conste que no me llevo ninguna comisión por ello! Hay otros muy buenos, pero a mí el que más confianza y fiabilidad me merece, es el de www.EAAC.es
Nuestra microbiota intestinal tiene multitud de funciones en nuestro organismo, aquí os resumo las más importantes:
Metabólica: Las funciones metabólicas importantes de la microbiota intestinal incluyen catabolismo de las toxinas y agentes carcinógenos, síntesis de vitaminas del grupo B y K, fermentación de sustancias alimenticias no digeribles y absorción de electrolitos y minerales. También contribuye al mtb del colesterol y a la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC-acetato, propionato, butirato).
Defensiva o de barrera: Evita la anidación y penetración de patógenos: Compite por los nutrientes con cepas patógenas, producen sustancias antimicrobianas (ácidos orgánicos, perox de hidrógeno, etanol, ácido láctico) o excreción de sustancias atb naturales (bacteriocinas, tox antimicrobianas tipo proteico producidas tanto por Gram- como Gram)
Función inmunomoduladora: es la primera y más importante barrera defensiva y tiene la función de protegernos contra patógenos y sustancias tóxicas. Este sistema ha de tolerar a las bacterias beneficiosas y no reaccionar ante antígenos alimentarios evitando alergias e intolerancias. Regulan la activación de ciertos genes lo que puede contribuir a prevenir procesos inflamatorios o incluso tumorales. Impide el sobrecrecimiento de bacterias dañinas gracias a la secreción de bacteriocinas y otras sustancias antibacterianas. Favorecen la activación de macrófagos locales, y a través de los linf B aumentan la producción de IgA secretora local y modulan perfiles de citoquinas que activan o inhiben la respuesta inmune a nivel local y sist.
Neuromoduladora: no sólo hay neuronas en nuestro cerebro, también tenemos más de 100 mill en nuestro intestino (sistema neuroentérico), y hasta el 95% de la serotonina y el 50% de la DA se producen en el intestino. El eje microbiota-intestino-cerebro, es un sistema bidireccional que puede alterar la morfología y la neuroquímica cerebrales, como pasa con los niveles de GABA y serotonina, y también está implicada en la percepción del dolor visceral y en la modulación de la respuesta inmune y de las emociones.
¿Sabías que tenemos 100 veces más microorganismos en el intestino, que células en todo el organismo?
Nuestra microbiota intestinal está compuesta por trillones de microorganismos : bacterias, levaduras, fagos, protistas y virus. Todos, en un estado de equilibrio, son necesarios para nuestra Salud. Como los animales para la Naturaleza. El problema viene cuando se desequilibran, disminuyen unos y sobre crecen otros que se vuelven patógenos oportunistas. Esto es a lo que llamamos Disbiosis intestinal.
Aunque cada individuo alberga una composición distintiva, la estructura global conforma unos patrones que se repiten en distintos individuos y se definieron como enterotipos.
En el adulto, el 90% de las bacterias intestinales pertenecen a 2 filos: Bacteroidetes y Firmicutes. Las Proteobacterias, Actinobacterias, Fusobacterias y Verrucomicrobia completan el 10% restante junto con las Arqueas.
El estudio del microbioma humano ha incrementado el conocimiento actual que existe sobre la importancia de la microbiota en la salud durante todas las etapas de la vida. La colonización microbiana humana ocurre en la piel, en el sistema genitourinario y, principalmente, en la cavidad oral y el tracto gastrointestinal. En todos estos lugares, la microbiota establece una relación simbiótica con el hospedador y ayuda a mantener la homeostasis fisiológica.
Los principales factores que afectan a la composición y la funcionalidad de nuestra microbiota son el estilo de vida (nutrición, sedentarismo, relación con la naturaleza), la edad y el estrés. Y se ha podido comprobar cómo algunas enfermedades crónicas (atopias, síndrome metabólico, enfermedades inflamatorias, cáncer, trastorno de la conducta, etc) están asociadas a disbiosis intestinal.